Las casas de madera tienen gran capacidad para mantener muy bien la temperatura. Tanto en invierno como en verano, estar en el interior de una vivienda fabricada con madera nos hace sentir bien y estar a una temperatura agradable. Ello se debe tanto a la baja conductividad térmica como al sistema de aislamiento que contienen.
En el blog de hoy hablaremos de este último aspecto: la importancia de tener un buen sistema de aislamiento en nuestra casa de madera.
Tipos de aislamientos
Principalmente, existen dos tipos de aislamientos: las casas de madera maciza y las casas paneladas.
Casas de madera macizas
Las casas de madera maciza se elaboran mediante tablones laminados o con troncos cilindrados de madera. En estas casas el aislamiento dependerá del grosor de las paredes, ya que el aislante es la propia madera.
Normalmente en las zonas templadas se suele utilizar un grosor de 10 centímetros como mínimo. Aunque para conseguir un mejor aislamiento se debe utilizar como mínimo uno de 18 centímetros. Este tipo de construcción conlleva mucho más esfuerzos pues los materiales de construcción suelen ser muy pesados.
Casas de construcción in situ o modular
El otro tipo de aislamiento, que habíamos comentado al principio, es el que encontramos en la fabricación panelada de construcción de casas in situ o modular. Este sistema es el utilizado para la fabricación de casas de madera o prefabricadas y se conforma utilizando paneles con esqueletaje relleno de un aislante determinado.
Este tipo de aislamiento tiene muchas ventajas ya que resulta ser un gran aislante térmico y acústico y tener un precio bastante económico en el mercado. Además, a nivel estético, cabe destacar que es un material que permite acabados muy variados.
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